A la sombra de la representatividad
[Opinión] La inclusión de la mirada de las mujeres es fundamental en las diversas industrias que mueven el país, sin embargo, todavía hay un largo recorrido por avanzar. Como parte de nuestra alianza con APG, Natalia Inzulza, directora general de estrategia e integración en McCann Santiago, nos entrega su visión sobre esta temática en relación al área de la publicidad.
- T+
- T-
Cuando iba en 7° básico, me dieron como tarea investigar a grandes pensadores que hubieran dejado huella en la historia de la humanidad. Yo realicé una búsqueda muy completa, pero que se me hizo algo complicada, pues había poca referencia sobre la figura que elegí. Mi personaje era Mileva Maric, también conocida como Mileva Einstein, a quien la historia ha tratado de esconder bajo la sombra del apellido de su esposo. Mi profesora de esa época no quería aceptar mi trabajo, pues Mileva no era reconocida como gran pensadora, ni había dejado legado alguno para la humanidad, hasta que leyó y pudo entender la razón de mi elección. Mileva se había transformado, de manera silenciosa, en la base de los estudios que hoy conocemos como teoría de la relatividad. Hay cartas y documentos que así lo aseguran y yo quiero creer que ella estuvo detrás y, porque no decirlo, delante de una investigación tan importante para la humanidad.
¿Por qué les cuento esta anécdota? Porque desde pequeñas estamos insertas en un mundo que poco hace por ayudar a ver la luz de la importancia de una perspectiva de género. La inclusión de la visión femenina en el ámbito del pensamiento, de la ciencia, de las artes y de la creatividad no sólo es necesaria, sino fundamental porque enriquece conversaciones que abren otros ángulos, otros puntos de vista, y ayuda a afinar la mirada integradora de todo lo que hacemos. En el ámbito de la creatividad y la comunicación publicitaria, esa mirada hoy necesita integrarse a la creación para poder reflejar en ella ese rol activo y representativo a partir de su vínculo con el contexto social en que se desarrolla.
Tener una mirada integradora desde la génesis, es decir, desde el trabajo humano que hay detrás, ayuda a las marcas a tener un relato coherente, pues en la actualidad entablar una conversación sin perspectiva de género puede ser incluso contraproducente para el objetivo comercial de una campaña; por eso se hace necesario nuestro rol, no sólo el de las mujeres, sino el de los comunicadores para acompañar a las marcas para que lo que hagan y salgan a comunicar, lo hagan desde la responsabilidad que la comunicación publicitaria tiene y no por la mera reputación de tener una comunicación integradora. No es un plus, no es una medida parte de un checklist que impulsa su negocio. Las compañías que sí logran implementar estas medidas son hasta un 25% más rentables que las que no lo hacen, según un estudio impulsado en Colombia por Aequalestat. Por lo tanto, una comunicación integradora con perspectiva de DEI no puede ser parte de un relato reputacional; tiene que ser parte de un relato que responde a una propuesta de valor de parte de la empresa, pues esto impulsará el negocio y su correlación con el ser humano y sus necesidades.
En este sentido, se hace necesario que cada vez más perfiles dentro de los equipos se transformen en cuestionadores, no con el fin de complicar la tarea creativa, más bien con el fin de comenzar a trabajar con una mirada integradora que ayude a construir una comunicación con perspectiva de DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión), esa es la única manera que veo posible de tomar ese rol activo y representativo de lo que hacemos reflejado en la sociedad y es la tarea que me he propuesto en mi carrera profesional.
Ese recorrido se hace de la mano de marcas que estén dispuestas a que las asesoremos, no para dejar legado en su reputación, sino desde la disposición a dejar un legado de cambios en procesos e iniciativas tangibles. Se hace de la mano con instituciones que estén dispuestas a la formación con perspectiva de género, en ese sentido, Publifem de UDP, ha sido un precursor y un aliado en este recorrido, y se hace con la voluntad de un equipo que tiene ganas de avanzar en temas de DEI para poder hacer comunicación más consciente, en donde todas y todos somos parte responsable de lo que entregamos.
¿El camino se pone pesado? Siempre, siempre está la opción de sacarse esos anteojos y dejar pasar cosas o de tenerlos puestos y ayudar a entender la importancia de pequeños y grandes cambios. Desde cambiar el rol de una mujer dentro de un spot, diversificar los modelos de una toma fotográfica, hasta ayudar a una empresa del rubro automotriz a avanzar con el desarrollo de un manual de diversidad e inclusión en la comunicación.
Hacia delante hay muchos más desafíos, como desarrollar comunicaciones representativas, involucrando al hombre en un enfoque de corresponsabilidad y trabajando desde la infancia para transmitir mensajes sin diferencias de género. Además, es crucial analizar cómo se abordan los códigos de género y sexualidad en la industria.
Por algo hay que empezar y alguien tiene que empezar. Mi invitación es a ser ese agente de cambio cuestionador que impulse en los equipos las ganas de hacer una comunicación que realmente exprese las necesidades y sentir de la sociedad actual, que realmente use el espacio que tiene dentro de la esfera pública para poder crear mensajes significativos en la vida de las personas.
Es fundamental seguir apoyando las voces femeninas en este camino hacia un futuro más inclusivo y relevante. No crezcamos bajo la sombra de nada y busquemos dejar un legado en la forma que hacemos comunicación publicitaria.